¿Recordáis aquel tiempo en el que nos sumergíamos en un libro? ¿Ese tiempo en el que nos dejábamos invadir por su olor, con el tacto de sus páginas, por su poder? ¿Cuando viajábamos sin movernos ni un milímetro, cuando vivíamos asombrosas aventuras gracias a los libros?.

Esta semana vamos a tratar el tema de los libros. De algunos libros prohibidos en la historia. Dentro de poco todos serán prohibidos... Los tendremos que buscar en la pantalla mágica que se ha adueñado de nuestra vida. Una pena...

Los que "sean", se están saliendo con la suya. Casi sin darnos cuenta, nos están empujando hacia donde ellos han planeado: el futuro de la nueva humanidad. Dios aprieta, pero no ahoga, reza el dicho. Y ellos lo saben bien. Nos apretarán, pero sin ahogarnos, porque necesitan al rebaño para sus ocultos fines.

Para quitarnos el poder de la imaginación, el placer de perdernos, en paraísos perdidos entre las páginas impresas... y más, mucho más. El otro día, las pocas veces que veo la televisión, me sorprendió ver a un joven, "estudiado" al que preguntaban. ¿Provincias de Andalucía?. Y, él decía: Albacete. ¿¿??.

Así se están educando nuestros niños, nuestros jóvenes, esos que son, eran, la esperanza del futuro. Ya no saben vivir sin su pantalla, que es la prolongación, de su mente, de lo que les queda de mente.

Mientras la tele, no hace más que escupir basura. Reuniendo a personajillos de poco pelo, en casas, en islas, en hermanos, para recontar sus miserias. Y si se acaban los escenarios, resucitan a más personajes casposos para seguir removiendo la mierda. Y así nos va.

Mientras, en las películas del imperio, nos enseñan mil y una formas de matar; pero si se escapa una parte del cuerpo femenino, o masculino, la montan. ¡Que eso es inmoral! Matar de mil maneras, no parece serlo... por lo menos lo enseñan a tutiplén.

Lo están haciendo muy bien. Y nosotros, sin darnos cuenta, nos vamos adaptando, anulando nuestra capacidad de pensar, de razonar, de sacar conclusiones por nosotros mismos. Transhumanismo... lo están ya llamando algunos... Y ya lo tienen planeado. El futuro sin humanismo. Robando las ternuras, los tiempos, las ilusiones, los sueños, la imaginación...

En fin... Me voy a pillar un libro para irme de viaje sin salir de casa. Y cuando salga, me voy lejos de todo esto que nos quieren imponer, sin que nos demos cuenta. Nos seguimos encontrando en el Espacio, éste en Blanco, para seguir imaginando, viajando, compartiendo y sintiendo.