22/04/2017

Regreso del viaje

Ya hemos regresado de nuestro especial viaje a Egipto y, ya en casa, las cosas siguen estando como cuando partimos. Las noticias siguen informando de políticos corruptos que van a la cárcel, de chanchullos varios, nos siguen metiendo miedo con los atentados en varias partes del mundo y, los sin país, los sin cara, sin nombre, siguen olvidados, en silencio.

En esta ocasión, en este nuevo viaje a Egipto me había comprometido a enseñar el país a Miguel Ángel Tobías; un viajero como él, con más de 90 "muescas" de países visitados en todo el mundo, no conocía Egipto,- algo imperdonable-. Había que resolverlo. Así que hasta el país de los faraones nos embarcamos. Él con sus ojos llenos de curiosidad, se quedó maravillado ante tanta belleza. Belleza en los monumentos, en los lugares, en los paisajes, pero sobre todo, en los rostros de las gentes. Esas que nos saludaban al pasar, sin conocernos, esas que nos decían: ¡Bienvenidos a Egipto!

Esas personas que no entendían, ¿Por qué cuando hay un atentado en Europa, no prohíben viajar a los países que lo sufren, y si, cuando ocurre en Egipto? Estigmatizamos a unos países como peligrosos y a otros no. Quizás por unos extraños intereses ocultos. Sin saber que con ello, condenamos a millones de personas a la miseria, al paro, a la falta de trabajo. Lo pudimos comprobar con Hissam, uno de nuestros guías. Por la falta de trabajo, comenzó vendiendo los muebles de sus casa, después, el coche y, más tarde su casa y, se marcho a vivir al pueblo con sus padres. La falta de trabajo le había hecho perder, no solo el sustento, sino su dignidad, sus fuerzas, sus esperanzas. En 4 años, solo había trabajado dos semanas.

Producto del miedo... miedo provocado, para no viajar a su país. Pero, una vez más, en éste viaje, hemos vuelto a comprobar que Egipto no es un país tan peligroso como lo pintan. Como algunos tratan de hacer ver, no sé con qué extrañas intenciones.

El mundo sufre una tercera guerra mundial, como ya ha dicho el Papa Francisco y, puede ocurrir una tragedia en cualquier parte del planeta. Este lugar, donde vivimos, ya está lleno de locos extremistas y de otros más locos, locos por meternos miedo. El Papa Francisco, dando otra muestra más de amor y, de cordura entre tanta locura, planea una visita a los cristianos del país. Todo un acontecimiento en Egipto y, lo hace, entre otras cosas, para demostrar que no importa la raza, el color, la religión. Todos somos hermanos de un mismo mundo y de una misma nación: El planeta tierra. Lo hemos podido comprobar personalmente en este viaje.

En todo el trayecto y, hemos hecho miles de kilómetros por todo el país, sólo nos hemos encontrado amabilidad, sonrisas, cuidados, atenciones. Y no sólo de parte de nuestra familia; de parte de Ibrahim de Karnak Travel y de Tito de Dunas Travel, los que organizaron el viaje; sino de Walid, nuestro hermano guía, del otro Tito, el guardián de las pirámides y de decenas de personas que no conocíamos. Como la del dueño de la cafetería, en no sé qué ciudad perdida, camino a Tanis, el lugar donde rodaron Indiana Jones y el Arca perdida, que sin conocernos, nos invitó a te, shisha, dulces y más, y que al final no nos quiso cobrar ni una libra.

Fue solo un ejemplo... Hubo otros muchos más... Tantos que no llego a recordarlos a todos. Al regreso de los viajes, cuando ya estoy en casa, me pregunto: ¿qué será de ellos... Que harán ahora?... Y sólo me queda un sentimiento de paz, de gratitud y, el deseo de que Dios, sea cual fuere, les bendiga y les llene de todo lo bueno que el ser humano, por solo serlo, se merece.

Gracias a Miguel Ángel Tobías, a la princesa y a todos los egipcios que se cruzaron en nuestro camino, por dejarme volver a sentir. Por las risas y sonrisas y por todo lo compartido. Volveremos a Egipto, volveremos a nuestros orígenes a seguir aprendiendo. A los demás.... Gracias por seguir ahí, conectados, aunque el EGM nos dijo que habíamos perdido oyentes... Una mentira más.

Feliz semana

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