24/09/2016

Llega el otoño

Llega el otoño... y no sólo porque ya lo anuncien los grandes almacenes, esos que nos tienen acostumbrados a recibir las estaciones según su criterio. Ya hemos comenzado a sentirlo. La mayoría hemos regresado de nuestras vacaciones, los niños han vuelto al colegio, hemos entrado en nuestros respectivos puestos de trabajo. Ya se han iniciado las caravanas en las grandes ciudades, por las mañanas y por las tardes... y... Hay menos luz en nuestros días, las temperaturas han bajado. Y hemos comenzado a notar que algo ha cambiado en nuestro ser.

Quizás vivimos tan alejados de la "Madre", la naturaleza, que hemos olvidado las lecciones que el otoño nos propone. No solo cambiar de ropas, de modelitos, de costumbres. Hay algo más que podemos ver con "los ojos de ver". La naturaleza nos enseña que este tiempo de otoño, es bueno para algunas cosas fundamentales, entre ellas:

Soltar

Si nos fijamos en la naturaleza. En los árboles, este tiempo sirve para soltar. La mayoría de ellos, comienzan, en estos días, a soltar sus hojas. Mirar el texto que he encontrado que lo expresa muy bien.

Bajo el poder de la fresca brisa, las hojas llevan a cabo una danza hipnotizarte a los pies de los árboles, pintadas de hermosos rojos, naranjas y marrones. Hermosas en su muerte. Los árboles no se aferran a lo que ya no tienen una fuerza vital parecida a la suya.

El mismo árbol que alimentó a los capullos y los vio crecer hasta hacerse encajes verdes, sencillamente sustrae su energía y, suavemente, las dejar ir. No hay tristeza en esta historia, ni sentido de perdida. Es un hecho natural y eso que ya no sirve al árbol, sirve ahora a la tierra, nutriéndola.

En otoño, los árboles, la mayoría de ellos, suelta sus hojas y se desvisten. Sueltan. Así que la primera lección del otoño es soltar, sin arrepentimientos ni resentimientos.

Preparación

Otra cosa que podemos ver en el paisaje otoñal, es a los animales preparándose para el invierno. Ardillas, tejones, hormigas, osos, todos arreglan sus hogares para que aguanten los avatares del invierno y no tengan que salir en medio de una nevada porque necesitan algo. Así que, la preparación es parte de las lecciones que ofrece el Otoño.

Agradecimiento

La tercera lección que da el otoño es la de la cosecha, y con ella recibimos las riquezas de la tierra, una unión sagrada entre los regalos de la Naturaleza y el esfuerzo del hombre. Para entrar de lleno al Espíritu de la época, honra estos frutos convirtiéndolos en las estrellas de la mesa. Así que haz de esta época temporada de frutos de estación. Bendice tus alimentos antes de prepararlos. Experimenta nuevas recetas.

Toda esta riqueza natural despierta sentimientos de agradecimiento y el Otoño nos llama a dar gracias.

Son, tan solo unas pocas lecciones que nos da la madre naturaleza. Y si sabemos observarla, más allá de lo que nos cuentan, tendrá aun más secretos para experimentar, en esta nueva temporada que ya hemos comenzado. Ojala las descubramos. Feliz otoño. Os agradezco si habéis leído estas líneas.

Feliz semana

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